Y porqué no? si pareciera ser que a nosotros los traceurs nos encanta ponernos a prueba en todo momento, no sólo con nuestra habilidad, reacción y control con los desplaces, sino con retos que mucha gente de allá afuera considera como carentes de sentido, sentido común quiero decir.
Si, me refiero a retos como el de los 1001, pero esta vez me refiero a las 2 horas 14 min y 50 seg de infierno que pasé por puro gusto al decidir hacerle caso a Blane.
Llegó el 19 de dic de 2009, y con ese día llegó la RT nacional. Fue un muy buen evento y una muy buena oportunidad de reencontrarme con buenos amigos, Blane incluido.
Al terminar el evento, saldamos nuestra cuenta con Blane. Le debíamos una playera, bueno, no se la debíamos, sino que nos habíamos quedado con las ganas de regalarle una, ya que los días que lo vimos, todas las playeras estaban bieeen apestosas, y el día que finalmente estaban limpias y regalables, no lo vimos… jejeje
En el post de los 1001 no lo puse, pero este reto lo tomamos como una coqueta actividad con la cual estrechamos lazos de amistad y regalamos nuestras playeras, dándole más sentido al intercambio de playeras.
Así que, habiéndole dado nuestra playera a Blane, le comenté del reto de los 1001 y todo feliz me dijo que lo haría el mismo fin de semana que regresara a UK, al tiempo que me preguntó si ya habíamos hecho el reto de las 300 planchas, por supuesto le dije que no, así que nos dijo que nuestro nuevo reto sería hacer 300 planchas (en una barra) en menos de 2.5 horas. Lo que equivale a una plancha cada 30 segundos!!!
Nos reímos, sacamos fotos y nos fuimos pensativos a nuestras casas a celebrar navidad. Pero el 28 de diciembre, día de los santos inocentes, Noir y yo decidimos jugarle una mala broma a nuestros brazos.
El parquecito de atrás del Superama forma parte, junto con los dos morritos y el fuertesito que se quedó con ganas de hacer barras (sorry), del grupo de testigos que nos vieron subir, bajar y gritar sin parar durante más de dos horas.
La verdad es que no pensé que lo fuera a terminar, pero como leyeron unos párrafos antes, terminé en 2:14:50, temblando, muerto de hambre y a punto de llorar. Pero terminé. Fue, como escuché ayer, un fenómeno muy curioso, ya que las primeras 10 planchas me costaron la vida, pero a partir de ahí, los brazos agarraron un ritmo y las primeras 80 planchas pasaron de forma muy tranquila, casi sin hacerse notar y sin escándalo. Pero a partir de la 120, el fenómeno se volvió más curioso. Entré en un extraño tipo de trance, en el que sólo estaba consciente de hacer una plancha y marcar el cuaderno, otra plancha, cuaderno, plancha, cuaderno. Y así estuve al rededor de media hora, mente en blanco, sin estar muy consciente de lo que pasaba fuera del cuaderno y la barra, pero perfectamente consciente de cómo estaba haciendo cada una de las planchas, y no podía parar, era una más, y otra más y otra más. Mis piernas me llevaban casi involuntariamente hacia la barra de regreso, con un ímpetu que nunca logré entender de dónde salió, pero recuerdo bien la sensación.
Desafortunadamente mi cámara no tiene memoria suficiente para grabar tanto tiempo, así que sólo pude tomar unos cuantos clips de todo el tiempo que estuvimos ahí, y le dediqué especial tiempo y memoria del SD al final del reto. Me hubiera gustado grabar mi cara y mi ritmo durante la etapa de trance, de la que sólo salí cuando se abrió mi mano derecha, nada grave, sólo se rompió una ampolla, pero el dolor presente en cada una de las planchas me obligó a detenerme un minuto a ver qué estaba pasando. Salí del trance. Y entonces me hice consciente del cansancio, la sed y el hambre que tenía, y sobretodo, de la cantidad de planchas que faltaban y el tiempo que seguía corriendo.
Faltaban 100 planchas todavía y sólo tenía una hora para hacerlas.
Pero sólo eran 100 más y terminaría! Y podría irme a mi casa a comer, bañarme y dormir. Mi mente cambió de estado, ahora sólo pensaba en terminar, ya no quería un ritmo lento con el que podría haber durado mucho más, lo único que quería era hacer la mayor cantidad de planchas lo más rápido posible. Me desesperé, o por lo menos ese es el sentimiento que recuerdo, estar desesperado por terminar, incluso hasta cierto punto enojado. Empecé a hacer de dos en dos, descansando menos, se abrió mi mano izquierda, me enojé más, ahora en verdad tenía que terminar.
Según mis cuentas en ese momento, me faltarían al rededor de 20 y 25 min para terminar, BIEN! podría hacer una por minuto y terminar incluso descansado! Pero a qué había ido? a descansar? o a darlo todo?
Me di cuenta que estaba a 3 minutos del récord de Blane, así que le pisé el acelerador aún más para tratar de alcanzar ese tiempo, pero mis brazos ya sufrían de un serio caso de fatiga por lo que no pude hacer las últimas 10 a la velocidad que habría querido, y terminé el reto 3 minutos arriba del tiempo de Blane. Nada mal!!!!
Mis manos y mis piernas temblaban y no podía levantar los brazos más allá de los hombros, tuve que sentarme y tomarme el último trago de agua. Todavía no había acabado el reto. Faltaban 15 minutos y Noir llevaba 220 planchas.
Sin ponernos de acuerdo, al parecer cada quien decidió clavarse en su propio trance y olvidarse del otro. Estábamos juntos en esto, y de vez en cuando cruzamos palabra, pero era tanto el juego mental, que casi no hubo gritos de ánimo, lo cual fue raro ya que los gritos son bastantes característicos en nosotros.
Pero una vez habiendo terminado, mi mente recuperó las ganas de gritar y animé a Noir en la medida que el cansancio me lo permitió. Cuando el reloj sonó su alarma, Noir terminaba de subir su 240ava plancha. YEAH!!! Estoy seguro que si no se le hubieran abierto las manos tan temprano en el reto, él hubiera acabado antes que yo.
Feliz día de los inocentes! Inocentes brazos que no pensaron tener tanto dolor. Pero no importa, porque hoy alcancé dos límites, uno físico y uno mental, hoy crecí un poco más de espíritu. Hoy aprendí a hacer planchas. Hoy me hice más fuerte. Hoy me hice mejor persona. Y terminé sonriendo.
So, B… mission accomplished!!!
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